Bowmore Whisky de Malta

Historia de Bowmore

Se afirma que Bowmore existe desde 1779, pero hay poca evidencia de que realmente se produjera whisky en ese lugar en ese momento. La primera evidencia data de 1816, cuando un tal John Simpson solicitó un permiso para destilar. Sin embargo, pasó un tiempo antes de que el whisky de Bowmore captara la atención del gran público. Esto ocurrió solo después de que Wm & Jas. Mutter, un mezclador de whisky de Glasgow, adquiriera la destilería en 1837. Unos años después, llegó una solicitud desde el Castillo de Windsor para que se entregara un barril, lo que indiciaba que realmente estaban haciendo algo bien en esa pequeña isla escocesa. Hoy en día, Bowmore está en manos del fabricante de whisky japonés Suntory.

Producción de Bowmore

En Bowmore se producen anualmente alrededor de 2 millones de litros de alcohol. Eso es mucho, pero aun así Bowmore no es la destilería más grande de Escocia. De hecho, Bowmore se encuentra un poco hacia la parte baja de la media. Sin embargo, en términos de calidad, la destilería puede compararse con la absoluta élite. Esto se debe, entre otras cosas, a un proceso de producción preciso y tradicional.

Lo que distingue a Bowmore de otras destilerías es el hecho de que aquí se maltea cebada por sí mismos. No para toda la producción, sino para aproximadamente el 20 al 25 por ciento. Antes, todas las destilerías hacían esto, pero hoy en día este componente del proceso de producción a menudo se subcontrata a grandes malterías. Quien tenga la suerte de visitar Bowmore puede tener la oportunidad de entrar a la secadora. Allí se seca la cebada con ayuda de humo de turba, lo que trae consigo un delicioso aroma.

La mayor parte del whisky de Bowmore madura en el continente escocés (ya que hay espacio limitado en Islay), pero un número limitado de barriles permanece en la isla. Estos se almacenan en The Vaults No.1, un almacén que tiene más de dos siglos de antigüedad y que se encuentra por debajo del nivel del mar en la costa. El whisky de The Vaults No.1 es raro y a menudo de calidad excepcional.

Ediciones limitadas

La destilería ha lanzado regularmente ediciones limitadas especiales en el pasado. Una de ellas es la llamada Devil's Casks, una serie de tres whiskies que llevan el nombre de una leyenda sobre una visita del diablo a Islay. Pero el ejemplo más llamativo es, sin duda, el Black Bowmore. Hasta ahora se han lanzado al mercado cuatro ediciones diferentes. La primera apareció en 1993 y costaba aproximadamente 120 euros en ese momento. Esa era una cantidad increíble para un single malt, pero hoy en día se piden sin parpadear 25,000 euros.

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